Primer trimestre: el embrión se desarrolla en el útero de la madre en el saco amniótico (bolsa llena de líquido ). En este período se forma la placenta con el que puede obtener os nutrientes y el oxígeno de la sangre de la madre.
A las ocho semanas: el embrión pasa a llamarse feto, ya tiene aspecto humano y casi todos sus órganos están formados. Se conecta a la placenta mediante el cordón umbical. En la placenta, el oxígeno y los nutrientes pasan de la sangre de la madre, a la del feto y el dióxido de carbono y las sustacias de desecho a la sangre de la madre.
Segundo trimestre: en este trimestre el feto comienza a perfeccionarse. La madre va notando los movimientos por hacerse más fuertes. El feto comienza a realizar algunos gestos, como a arrugar la frente, tragar, o chuparse los dedos. Al final del trimestre, el feto está muy desarrollado, puede medir unos 30 centímetros y pesar 1 kilo.
Tercer trimestre: el feto aumenta el peso y el tamaño rápidamente. Sus órganos y aparatos terminan de madurar y se preparan para la vida en el exterior. El feto encaja la cabeza hacia la pelvis de la madre, ya puede nacer, mide entre 45, 50 centímetros y pesar entre 2 y 3 kilos.
El parto: tras 38 o 40 semanas, el feto ha completado su desarrollo. Entonces el útero comienza a contraerse, se rompe el saco amniótico y sale el bebe mediante la vagina de la madre.
